Es tiempo de esperanza
Ante todo, deseo de corazón que tú y los tuyos estéis bien, y si no es así, espero una pronta y total recuperación. ¡Mucho ánimo!
A tod@s nos está tocando atravesar momentos difíciles. Momentos extraños y desestabilizadores que nadie pensó jamás que pudieran llegar. Pero, de una manera u otra, vamos a ser capaces de superarlo. Ojalá, seamos también capaces de aprender la lección.
Estos días, algun@s de vosotr@s me habéis sugerido que me lance a grabar prácticas de yoga. Me halaga que creáis que sería capaz, pero siento no disponer de los medios ni los conocimientos adecuados para acompañaros virtualmente con la calidad que os merecéis. No obstante, he tomado buena nota. ¿Quién sabe...?
Por ahora, te animo a bucear en la infinita oferta que las diversas plataformas ponen a tu disposición, y seguro que encuentras sesiones interesantes que te inspiren. Pero te animo mucho más a aceptar el reto de crear tu propia práctica. Ya que la situación de aislamiento (que quizá se alargue en el tiempo más de lo esperado) nos está negando la posibilidad de asistir a las clases, quizá sea un buen momento para que intentes traer a tu memoria todas aquellas prácticas que hemos ido realizando junt@s. Sé que a veces cuesta recordar las instrucciones concretas para realizar una postura, o el tiempo que se debe permanecer en ella, o que pueden surgir dudas a la hora de crear una secuencia determinada. Pero en lugar de quedarte sólo en los recuerdos mentales, trata de rememorar las sensaciones que el yoga ha dejado en cada una de tus células. Permite que la memoria de tu cuerpo te ayude a evocar esos momentos en los que tus emociones se han sentido libres; esos instantes en los que el tiempo se ha detenido para ti; esos segundos eternos en los que has logrado respirar en armonía, alcanzar la paz, estar contigo... De esa manera, todo surgirá por sí solo. No importa que no recuerdes el nombre de una postura, porque tu cuerpo recuerda perfectamente las sensaciones que te produce. Y ni siquiera es necesario recrear una secuencia completa. Simplemente siéntate, respira, deja que tu inhalación te conduzca hacia un movimiento suave y que la exhalación te coloque en una posición tranquila, para percibirte, para sentirte libre, para que tu propia sabiduría se manifieste.
A veces es necesario tener un ejemplo, un modelo al que seguir, pero creo firmemente que puedes fijarte en ti mism@, pues esa creatividad inagotable que reside en tu interior es tu mejor referente. Déjate guiar por el maestro que reside en tu respiración, en tus latidos, en el silencio que puedes encontrar detrás de cada uno de tus pensamientos. Tú puedes. Tod@s podemos. Porque seguimos junt@s a pesar de no estar junt@s. Porque los lazos que nos mantienen unid@s nos dan la fuerza y la esperanza para seguir adelante.
¡Resistiremos!
NAMASTÉ